Para conseguir una detección y un seguimiento robusto
de humanos en una escena, es importante contar con diferentes tipos de sensores.
El uso combinado de estos sensores proporciona más beneficios que los sensores
aislados. En un entorno vigilado existen
diversas situaciones donde unos sensores son más idóneos que otros. Por
ejemplo, si hay poca luz, una cámara tradicional será ineficiente, mientras que
esto no afecta a una cámara infrarroja o a un sensor de presencia.
La idea de este proyecto se basa en conseguir un
sistema de vigilancia dotado de diferentes tipos de sensores (cámaras color,
cámaras infrarrojas, sensores de presencia) que colaboran para realizar un
seguimiento de los humanos (quizás intrusos) dentro de un escenario. Esto permitirá
que la información de un sensor refuerce o complete la de los otros más
cercanos.
El proyecto consiste en la adaptación y mejora de los
algoritmos de detección y seguimiento en videovigilancia disponibles en el
grupo, incorporándoles la información que nos brindan los sensores de
presencia.